miércoles, 17 de octubre de 2012
El porqué II LA ESTANCIA DE TELESFORO DE TRUEBA Y COSSÍO EN BORNOS. (2ª parte)
Viniendo de la 1ª parte, publicada en el día de ayer en este blog, reitero lo siguiente:
“He de decir que todas las aseveraciones que se han hecho hasta ahora y las que vendrán a continuación, están basadas en cartas escritas de puño y letra por Doña Claudina de Trueba y Cossío, hermana de Telesforo. Mi intención era haberlas reproducido y mostrarlas en este blog tal cual, pero los responsables archiveros (no digo de dónde) me prohibieron tajantemente el reproducirlas, e incluso de dar pistas sobre su paradero exacto”.
2ª PARTE
Como ya apunté con anterioridad, el sr. Telesforo era un gran jugador de cartas, habiendo amasado una gran fortuna con los naipes. No había juego que se le resistiese. En compañía de dos amigos, Evaristo de Santoña y Julián Tresdedos, acudía allí donde hubiese una timba. Estuvieron en Bilbao, Vitoria, Barcelona, Sabiñánigo, Tordesillas o Salamanca, por mencionar algunas plazas donde dejaron bien latente de su arte con los naipes. Ya fuera el “tute”, la “brisca”, el “mus” e incluso el “pócker”, los tres montañeses acababan siempre desplumando a sus contrincantes. Fueron muchas las fincas y caseríos que lograron en las mesas de juego, amén de “grandes cantidades contantes y sonantes de maravedís” (sic).
Tal era la fama que gozaba el sr. Telesforo en el mundillo de los naipes, que un insigne personaje de la corte del monarca Fernando VII y que años más tarde tuvo un papel primordial en la política desamortizadora en el reinado de Isabel II (regencia de Mª Cristina), emplazara al sr. Cossío, en compañía de sus dos adláteres, en los sótanos del Palacio de Aranjuez, para “timbear al pócker y al bridge” (sic). El resultado no podía ser otro: Telesforo ganó en esa tarde-noche, los “títulos de propiedad de una extensión de 34.000 acres en la Toscana italiana” (sic), perdidos, claro está, por el insigne funcionario real. No obstante, el sr. Cossío condonó la deuda a tan ilustre personaje y que a la postre protagonizaría uno de los hechos más importantes y vanguardista de la historia de ESPAÑA.
Abandonada la Corte, Telesforo viajó hasta Ávila, y es aquí, cuando, tras desplumar a varios señores de la zona, llegó a sus oídos la existencia de unos juegos de cartas que él desconocía.
Fue un grupo de segadores castellanos, que el año anterior habían estado por Andalucía, los que comentaron a los montañeses de la existencia de unos juegos de cartas por la zona y entre los que destacaba el “rentoy”, la “malilla” y los “quirrios”, y concretamente era un pueblo llamado Bornos, donde mejor se jugaba a los mencionados juegos.
Y aquí tenemos la única causa, el único motivo por el que Telesforo de Trueba y Cossío recaló en la maravillosa villa de Bornos
Así fue, procedente de Sevilla y pasando por Montellano y Villamartín (a la vuelta se fueron por Espera, cruce de las Cabezas y Torres Alocá), llegaron a Bornos a finales del mes de diciembre de 1.82…., hospedándose, según creo, en una casa en los alrededores de la Plaza Orellana: “al oeste cercano del Castillo Palacio” (sic).
El recibimiento en el pueblo de Bornos fue de lo más cordial, propio de nuestra gente. Muy pronto se integraron entre los bornichos y se hicieron conocidos. Al tener presencia y gran poder económico, se hicieron habituales en las reuniones de los personajes más dignificantes del pueblo. Y comenzaron sus partidas a los “quirrios”, a la “malilla” y al “rentoy”. Día tras día sus partidas se contaban por derrotas. Y así semana tras semana, no conocían la victoria. Sus pérdidas eran ínfimas, ya que los bornichos sólo se jugaban la “convidá”.
Pero Telesforo no jugaba ya por dinero; lo hacía por orgullo, soberbia y querer demostrar que era el mejor. Cada día que pasaba, su humor se hacía más de perro, ya que una derrota sucedía a la otra.
Pero aunque le molestaban las derrotas, lo que más daño le hacía era la sorna y el cachondeo de los bornichos (las tascas se llenaban de paisanos y comentaban entre ellos: “ a ver cuando llega el montañés, que tengo el gañote seco”). Al final de cada partida, los bornichos de turno le decían: “gracias don Telesforo, ¿a qué hora quedamos mañana?”.
Y este fue uno de los tres motivos por los que el señor Cossío le tuvo aversión a Bornos y a los bornichos, jurando vengarse de todos.
La 2ª causa de enfurecimiento se la dio una “bella damisela de ojos verdes oscuros” (sic). De nombre Rosario y de apellido, en relación con los astados (no se puede decir porque hoy en día corren por nuestras calles algunos/as de ellos/as), era hija de un campesino propietario de tierras de secano y varias huertas repletas de damascos. Juanín, que así le conocían en el pueblo, era hombre de pocas palabras. Al enterarse que el montañés rondaba a su hija y que ésta lo rechazaba una y otra vez (estaba enamorada de un bornicho de la calle Veracruz y que por entonces se encontraba alistado con las tropas del General Prieto), juró verse las caras con el Telesforo de los cojones (otra vez perdón).
Cierto día de principios de febrero, y cuando Telesforo, en compañía de Julián Tresdedos, estaba a punto de ganar la primera de las malillas, se presentó en la taberna el amigo Juanín, con chimbiri en mano. Poniendo el gran tenedor en el cuello del montañés, le dijo: “si tu ere capá, tacerca ma a mi niña, que tensarto como un já de avena.¿Tajenterao?. Telesforo palideció con el chimbiri en el cuello y acertó a decir: “ lo juro por mi honor no acercarme más a su hija, lo juro”. “Ya te lo he avisao; como tacerque a mi niña, tensarto como un cigarrón”, le contestó Juanín saliendo de la taberna.
La “malilla” no se terminó y Telesforo salió de la taberna, en compañía de sus dos amigos, con el rabo entre las piernas y entre las risas y comentarios de los pazantes asistentes.
Su estancia en Bornos le hizo ver que ya no era el mejor jugador de cartas, ni que era el que más éxito tenía con las mujeres.
Pero si ambas cosas hicieron jurar a Telesforo de que se vengaría de los bornichos, lo peor para él, y lo que más le sacó de sus casillas, quedaba todavía por llegar, la tercera de las causas.
En el mes de febrero se celebraban, como de todos los pazantes es sabido, las fiestas del Carnaval.
Los distintos copleros componían letrillas de los hechos más importantes acaecidos durante el año. ¿Y cuál era el hecho más importante acaecido en Bornos durante el año? Sin lugar a dudas, la estancia en el pueblo de Don Telesforo de Trueba y Cossío.
Varias fueron las coplas cantadas por las murgas sobre el montañés, pero la que más se canturreó en el pueblo fue una, cuyo estribillo decía:
“Telesforo, Telesforo
Corre, corre que te pilla el Toro”(sic).
No hay constancia en las cartas de Doña Claudina, sobre el autor de dicha letra; lo único que se sabe de él es que era un joven zapatero con varias hijas, una de las cuales se llamaba Elisa.
Y ahí queda eso
Domingo.
28 de septiembre de 2008
Etiquetas: Domingo.
10 comentarios:
Juan Luis dijo...
Me quedo "pasmao". No pongo en duda tus investigaciones, pero, lo dicho, me quedo "pasmao". El propio Telesforo dice que vivía en la calle San Jerónimo, porque aunque no llegara a nombrarla, sí dice, al relatar un terrible hecho acaecido en la calle Ancha, que tal calle era perpendicular a la calle en la que él vivía.
Me encantaría poder "beber" en esas misteriosas fuentes de que hablas.
Así, Domingo, a ver si hablamos de ello.
30 septiembre, 2008 13:13
CARO dijo...
yo soy otro pasmao" pero el doble de pasmao que Juan Luis. Ya sabemos la razon de tanto odio, pero Domingo sigue investigando a ver si averiguas a quien dejo preña el tiparraco este, que seguro que era el tatarabuelo del tio del puente de la Pepa.
Y a ver si dice algo de alguna partida al dómino por la alcantarilla.
Gran trabajo de investigacion, pero ten cuidado y no te acuestes tan tarde.
30 septiembre, 2008 14:21
Anónimo dijo...
mu interesante, si zeño. Pero no ma acaban de cuadrar mucho las situaciones. ¿será verdá que to el rezentimiento que tenía el telesforo de los... erá por un azunto de faldas?
30 septiembre, 2008 14:53
Anónimo dijo...
Teh quihí Omingo!.Bien me has dao coba.
Alvaro
30 septiembre, 2008 16:45
Er físico dijo...
No pongo en duda nada de lo que escribe, pero joer! los pelos de punta que se me han puesto. No sé cómo ni dónde ha podido tener acceso a estas fuentes, pero me parece maravilloso todo esto que está contando.
Supongo que en el texto se habla del chiclanero Mendizábal, cosa que me parece curiosa, pero lo que más me impresiona es la alusión (a mi entender) a Pepito el de Elisa. Los vellos de punta de verdad.
30 septiembre, 2008 16:47
Anónimo dijo...
no veas lo bien que me a caio leer to esto blanco gracias
30 septiembre, 2008 17:44
Miguel Angel Aguaera dijo...
Joe con mi primo Domingo. Eso es investigación, el motivo de la aversión a Bornos por el fantasma del Telesforo, en referencia al tema de cartas, no sabía el susodicho con quien se las jugaba, algún Aguera seguro que bebió a su costa.
30 septiembre, 2008 18:10
Anónimo dijo...
Jajajajaja, muy bueno. Perdió en Bornos a "Los Quirrios" y de ahí viene todo el rencor. ¡Ya sabemos la causa!
A. Benítez.
30 septiembre, 2008 18:30
Anónimo dijo...
viva el espíritu carnavalesco to el año
30 septiembre, 2008 22:21
Anónimo dijo...
dE LO MEJORCITO QUE SE HA PUBLICADO EN EL BLOG
30 septiembre, 2011 13:25
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