martes, 8 de febrero de 2011

AL SEÑOR PREGONERO.





“¿Todo te pasa a ti?”. “¡Hay que ver las cosas que le pasan a este chiquillo!”. Éstas y otras muchas frases en la misma línea, son las que me dedica muy a menudo, menos de las que yo quisiera, el bueno de don Antonio Vega, que por cierto, aprovecho para felicitarlo por su designación como pregonero de nuestro carnaval 2011. Nombramiento éste por el que, dicho sea de paso, en contra de los hostigadores que continuamente, con o sin razón, no cejan de bombardear al que creen, erróneamente, dueño de la llave de la prosperidad y que se niega a darle paso, aprovecho para felicitarlo por haber acertado en la elección de pregonero. Elección ésta que, aunque ya le predije al designado, no ha cogido a nadie de sorpresa, ya que de todos es sabido su casamiento feliz con todo lo que huela a carnaval.



¿Y aconsejarle?, ¿qué le puedo aconsejar yo en estas lides donde él es un maestro? Pues nada, absolutamente nada. Solamente que se sepa rodear de buenos amigos, que sea receptivo con ellos y que, a diferencia de otros que van de estrella en el mundo del carnaval cuando se suben a unas tablas para, con versos blancos o rimas asonantes, hacer llegar a los concurrentes su demagogia barata y enaltecedora de su ideal de igualdad y justicia (su igualdad y su justicia. Esa igualdad y esa justicia basada en la más impensable de las utopías y que dista mucho de sus comportamientos diarios. Pero eso queda bien; eso vende), sea él: el Antonio Vega que todos conocemos.

Y si lamento, hasta cierto punto, su designación como pregonero, es porque cabe la posibilidad de que, debido a los innumerables compromisos que acompañan su nombramiento, me vea privado de su compañía el viernes de coro en nuestro garito particular de la calle la Palma. Espero que no suceda; que un año más podamos disfrutar juntos, entre copa y copa, entre tortillitas de camarones y chipirones en su tinta, de los Pardo, Miguélez, Lama, entre otros muchos, y hasta con algunas de las componentes del coro femenino; y al término del carrusel, con las ilegales y callejeras.

Y nada más, amigo Antonio. Lo dicho. Que te acompañe la suerte, que el saber carnavalesco ya te sobra.

Domingo
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