miércoles, 11 de abril de 2012

LA HISTORIA SE REPITE.

Por fin, después de casi 200 años de arduas y difíciles investigaciones, va a ver la luz, la verdadera causa, el único por qué, del fracaso del Trienio Constitucional en España, o lo que es lo mismo, el motivo por el que no triunfaron en España las ideas liberales y aperturistas a principios del siglo XIX, concretamente entre los años 1820 y 1823, tras el pronunciamiento de Riego en la localidad sevillana de Las Cabezas de San Juan.
.
De todos y todas es sabido, que el por entonces teniente coronel Riego, además de cuidarse de su delicada salud en las aguas termales de la localidad gaditana de Bornos, fue en este pequeño, coqueto e incomprendido pueblo, donde preparó el levantamiento militar, recibiendo las consignas y mandatos de los liberales y masones españoles, que desde Cádiz, concretamente desde la casa de los hermanos Istúriz (actual Casino Gaditano, en la plaza de San Antonio), decidieron quién, cuándo y cómo se produciría la asonada militar contra la política absolutista del rey Fernando.
.
Ni que decir tiene que el militar Riego fue una marioneta en manos de los políticos liberales del momento, y lo mismo que pensaron en él para que se pusiese al frente de las tropas rebeldes, podían haber pensado en Urdaneta, en Prim, en Zumalacárregui o en Perico de los Palotes. Pero no, los políticos liberales corrieron el riesgo de que fuese Riego el conejillo de india para encabezar el movimiento contra el absolutismo: si triunfaba, le darían un “carguito” en el que se sintiese importante, y si no lo hacía, lo abandonarían a su suerte (como así ocurrió).
-
Pero, ¿por qué corrieron el riesgo de nombrar a Riego?
Hasta hoy se desconocía la existencia de una figura que fue el verdadero motivo de la elección arriesgada (lo de arriesgada por lo de su frágil y delicada salud) del teniente coronel Riego. Esa figura a la que me refiero, y que con su descubrimiento se ha conseguido completar y explicar el por qué de este puzzle, no es ni más ni menos que su prima, la conocida por entonces, tanto en los círculos políticos y económicos de la España del XIX como también en el resto de potencias europeas de la época, como la prima de Riego.
Indagando sobre la hasta ahora enigmática figura, se ha sabido que la altanera y caprichosa prima de Riego, coqueteó con todos los sectores influyentes de la sociedad de la época. Coqueteó con los políticos liberales más influyentes del momento. Lo hizo también con los funcionarios más relevantes del rey Fernando, e incluso con los altos cargos de la curia cardenalicia española de la época, y ni que decir tiene que lo hizo también con los grandes banqueros de la época. Todos, sin excepción alguna, trataban de flirtear con la tan mencionada prima de Riego, intentando sin excepción, y aunque resulte soez decirlo, que se bajase al pil…, consiguiéndolo en muy pocas ocasiones.
.
¿Y por qué la caprichosa prima no obedecía a la voluntad de políticos (de uno y otro bando), obispos y banqueros? Pues muy sencillo, porque ella, al verse tan deseada por todos los jerifaltes nacionales, puso su “caché” más alto, comenzando entonces su coqueteo con los manipuladores de las grandes potencias europeas. Y es más, hay constancia que incluso llegó a tener algún que otro devaneo (y me refiero a la prima de Riego) con adinerados e influyentes vecinos de la por entonces floreciente nación de Estados Unidos, además de con algún que otro magnate de ojos rasgados.
.
Pero tanto quiso tensar de la cuerda la consentida, veleidosa y versátil prima de Riego, que hartos (tanto nacionales como europeos) ya de sus continuos devaneos, decidieron acabar de raíz con la situación que se vivía en España. Fue por eso por lo que, sin tener en cuenta la repercusiones negativas que pudiesen acarrear a todo el pueblo español, acabaron con Riego, con el espíritu de Riego, y claro está, con la prima de Riego. Tomada la decisión, las grandes potencias europeas ordenaron al duque de Angulema que al mando de los Cien Mil hijos de San Luís, y sin riesgo alguno, acabase de cuajo con todo lo que oliese a prima de Riego.
Domingo
Powered By Blogger