sábado, 9 de marzo de 2013

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER.



Tengo que reconocer que me levanté ayer de mañana con ganas de despotricar de algo o de alguien; me molestaba todo, incluso el paso de una mosca me hubiese molestado. Pero como estaba solo en casa, y entre otras cosas, no es época todavía de moscas, mosquitos y moscones, me dije: “lee la prensa digital y verás como te calmas un poco y consigues escribir algo”. ¿Calmarme? Todo lo contrario. Para echarme a llorar. ¡Vaya tela, vaya tela!

Entre Bárcenas, Blancos (por Pepiño Blanco), Urdangarines, Corinnas (por cierto, la princesa Corinna está de mejor ver que nuestra princesa) o el mejor fichaje que ha hecho el Madrid (según los periodistas merengones) en los últimos meses, refiriéndose a un tal Modric, me quitaron las ganas de escribir.

Pensé por un momento, con ocasión del día tan “señalado” (8 de marzo), escribir un artículo sobre la mujer trabajadora, pero me dije, ¿y por qué?.
No es que yo esté en contra de la mujer trabajadora; todo lo contrario. Y es más, esto es un tema que ya no se debería ni de tocar, ya que se debe de dar por hecho: igualdad de todos y para todos. Porque según creo, y por muchas noticias que aparezcan en la prensa (por cierto, en este artículo voy a hablar de la prensa, de la prensa española), en el mundo laboral hay igualdad entre hombres y mujeres: como debe de ser. ¿O no?. Yo creo que sí. Ya que yo entro en un banco donde trabajan hombres y mujeres, y todos hacen lo mismo, echan las mismas horas y, según tengo entendido, tienen el mismo sueldo. Yo voy al Mercadona (por decir uno; y no creáis que el señor Roig me dé comisión por hablar de su cadena de supermercados), y veo que hombres y mujeres se reparten el trabajo por igual, tienen el mismo horario y, según creo, ganan lo mismo al final de mes.
Que haya casos en los que las diferencias de sueldos y horarios (la retahíla de que la mujer debe de trabajar más horas para ganar lo mismo que el hombre.........., bla, bla, bla), yo los desconozco. Y si así es, habrá que combatir esas prácticas.
Y es por esa igualdad que hay, por lo que, y siempre a mi modesto entender, creo que si hay un día de la mujer trabajadora (y no digo que no se lo merezca), también debería de haber un día del “hombre trabajador” o del “hombre” a secas. ¿O no? Yo creo que sí. No por nada, sino por la igualdad de todos y para todos. Porque, aunque iba a ser tarea ardua y difícil encontrar un día en el calendario donde ubicar esa “nueva festividad”, la del “hombre trabajador”, principalmente porque entre fines de semanas, navidades, semana santa y las tropecientas celebraciones ya con día fijo en el anuario, está ya ocupado casi la totalidad de los días del calendario, creo que podríamos encontrar algún huequecito, aunque se tuviese que compartir con un “santo de segunda”.
Y yo iría más lejos. Además de ubicar la celebración en el calendario, yo estaría de acuerdo con diseñar un “logo” que representara al colectivo y a sus seguidores y partidarios. Un logotipo que todos los hombres trabajadores llevarían prendido a la altura del corazón, haciendo gala de su condición, la de trabajador.
Incluso iría más lejos. Para hacernos ver, los hombres trabajadores, y sus partidarios y seguidores, desfilarían en cortejos o cabalgatas por las principales calles y avenidas de sus pueblos y ciudades.
Yo no lo vería mal.

Uffff, sin quererlo me he metido en un fregado que …....., cuando yo lo que quería era hablar de la prensa española. Bueno, mañana hablaré de ella; a ver si tengo ganas y tiempo.

Por cierto, y aunque resulte cursi para algunos, para mí, todos los días son los días de la mujer.

Domingo
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