Hoy, que toca porque toca macro centro comercial, toca porque toca, y a pesar de la resaca "decapitadora “ en la que me encuentro, echar mano del Hugo Boss y garabatear el papel. Y la verdad es que para estos menesteres y en la misma situación, mis duros glúteos se hubieran asentado en el mullido asiento de mi vehículo, lugar que sería el más idóneo para afrontar este momento pandémico que nos ha tocado vivir, pero los efectos de la canícula propios de finales de julio me han obligado a pasar por la puerta corredera que separa el infierno del Edén. ¡Boooo, qué calor hace afuera!
¡Uauuuu, qué fresquito se está aquí! Y como dicen algunos amigos míos que todavía utilizan antiguos dichos tildados por algunos otros como “pueblerinos “, pero que yo, como de pueblo que soy, utilizo muy a menudo, “¡qué buen paso de tórtolas hay! “. Y la verdad es que sí, que el paso de tórtolas en el puesto en el que estoy dando cuenta de una gélida Cruzcampo, te alegra la vista y el espíritu, ya que, siendo realista, y no lenguaraz ni jactancioso, que no es mi estilo, a estas alturas de nuestro periplo ya no está uno para llevar la escopeta y los cartuchos para disparar a esas tórtolas, que volviendo y reincidiendo en lo dicho anteriormente, hacen gala de un vuelo eléctrico, en el que alternan rápidos aleteos con cortos planeos..
¡Tate, Domingo!, que solo llevas veinte minutos en este puesto.
Pues la verdad que ya no sé si garabatear sobre temas tortoleros, que visto que los cotos existentes cada vez las protegen más, hecho este que apruebo, ya que su vuelo es embelesador y hay que “mimarlas” (y que nadie se tome el término “mimarlas” como que hay que protegerlas de una súper manera especial en detrimento del resto de los animales, ya que ellas por sí solas, con sus vuelos, saben esquivar las acciones de cualquier desalmado armado que intente hacerles morder el suelo), o de la resaca mental que me ha dejado el final de mi ultima historia.
Y la verdad es que los dos temas me pueden dejar señales; así que, inteligentemente creo, tomo la decisión de darle descanso a mi Hugo Boss, que para el o la que no lo sepa, es el bolígrafo que me regalaron “mes amies “ cuando me cayeron los… . y tantos.