martes, 16 de octubre de 2012
El porqué. LA ESTANCIA DE TELESFORO DE TRUEBA Y COSSÍO EN BORNOS (1ª parte).
Va por delante la felicitación al sr. D. Manuel Martel Gilabert por la publicación de las cartas bornichas del sr. D. Telesforo de Trueba y Cossío.
He de decir que al tiempo de ir leyendo una a una estas dichosas cuatro cartitas (sé que quedan algunas más), iba naciendo en mí una repulsa, cada vez mayor, sobre éste ínclito montañés. No ya por, estar o no estar de acuerdo con su ideología afrancesada y liberal, cosa ésta que veo de una lógica aplastante y máxime si nos retrotraemos y nos situamos en su época, sino por la imagen, nada real, a mi entender, que nos intenta hacer ver en sus cartas sobre la sociedad bornicha de la época.
No era normal.
Tenía que haber un porqué de ese cúmulo de improperios sobre nuestros antepasados. Una persona culta, letrada y de mentalidad abierta como la de Telesforo, no podía en tan corto periodo de tiempo emitir un juicio tan rocambolesco y destructivo como lo hizo de nuestro pueblo.
Y es aquí donde comienza mi trabajo de investigación. Me puse la meta de descubrir el porqué de la actitud del señor Trueba y Cossío.
Busqué y busqué por los archivos municipales y catedralicios cántabros y tuve la suerte de encontrar su árbol genealógico familiar desde 1697 hasta 1923, fecha donde perdí la pista. Pero la fecha que nos interesaba estaba controlada.
De familia aristocrática, propietaria de grandes extensiones de tierras, varios navíos y negocios en América, es el mayor de cuatro hermanos, Claudina, que a la postre nos dio la solución del por qué de la actitud del “insigne “ escritor romántico, Carolo, que murió a los doce años al caer de un árbol, y Clara, importante acuarelista.
La niñez y adolescencia de Telesforo (Joaqui, para su familia) fue un andar entre algodones. Sus padres lo educaron para ser un grande de España: mejores colegios, mejores profesores, mejores compañías.
Pero el carácter díscolo y egocéntrico del Telesforo de los cojones (perdón) hacían que todas las enseñanzas recibidas no sirviesen más que para crear un personaje malcriado, pendenciero, juerguista y mujeriego, donde el centro del mundo era él: nadie era mejor que él en el uso del florete, nadie jugaba a las cartas mejor que él, nadie tenía más éxistos con las mujeres que él. De esta forma y con “la bolsa repleta de maravedís” (sic), nada ni nadie le hacían frente en la región.
He de decir que todas las aseveraciones que se han hecho hasta ahora y las que vendrán a continuación, están basadas en cartas escritas de puño y letra por Doña Claudina de Trueba y Cossío, hermana de Telesforo. Mi intención era haberlas reproducido y mostrarlas en este blog tal cual, pero los responsables archiveros (no digo de dónde) me prohibieron tajantemente el reproducirlas, e incluso de dar pistas sobre su paradero exacto.
Y éste es el final de la 1ª parte de este trabajo, no continuando en estos momentos porque podría resultar cansado y tedioso para los pazantes bornichos.
Continuará
Domingo
R 29 de septiembre de 2008
Etiquetas: Domingo.
2 comentarios:
Juan Luis dijo...
Muy bien, Domingo. Muchas gracias por tu investigación. Poco a poco vamos sabiendo más y más sobre Telesforo. Fue todo un personaje, no nos debe caber la menor duda. Se pasó, sí; exageró, sí, obvió, también. Pero lo que vio, lo vio, y algunas cosas ponen los pelos de punta. Y lo que es peor, dejó herencia.
29 septiembre, 2008 13:35
CARO dijo...
A veces uno ve lo que quiere ver y aun no sabiendo demasiado sobre el personaje, es evidente que manipula la realidad como quiere, pues visto desde fuera y sabiendo que existia pobreza en Bornos, tambien debian existir otras cosas, por algo vino el a parar aqui, muchos otros vendrian antes tambien y por eso se corrio la voz de la bonanza de nuestras aguas y clima, y solo personajes de cierto poder adquisitivo se podian ir a tomar las aguas una temporada, existian casas para alquilar con un minimo de condiciones, pues como dice Domingo el tipo vivia como queria y no creo que se hospedara en un pocilga.
Yo cuando entro en mi casa tengo dos opciones, una miro debajo de los muebles pesados y veo polvo o me tomo una cervecita escuchando la Mala, este montañes buscaba la miseria y encima puede que la exajerara.
Domingo buen trabajo y por cierto cuando coño se acaba la Pepa?
Un saludo
29 septiembre, 2008 14:30
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