Le mandé este escrito a mi editor, y él, con la prudencia y la
mesura que le caracteriza me aconsejó que lo guardara en mi carpeta
de artículos y no lo publicara, ya que me iban a llover les
crítiques y más de une me iba a tachar de lo que no soy . Yo,
haciendo caso omiso de su consejo y robándole unas gotitas de
vehemencia a un buen amigo mío, he decidido publicarlo.
Vaya por delante que siempre, o casi siempre, como le mayorie de les
españoles, he sido defenser de les regles gramaticales marcades por
nuestre Real Academia de la Lengua, si bien la realidad que nos está
tocando vivir, provoca, y nunca mejor dicho, saltarnos a le torere,
algunes de eses regles. Lo importante, a mi modeste parecer, es que
haya consense y que todes les castellanes hablantes, les chilenes a
la cabeza, que son les que más empeñe están poniendo, vayamos a
une. Así si se decide robarle protagonisme a la “a” y a la “o”,
para compartirle con la hasta ahora casi denostada “e”, pues
adelante. Pero que conste que tenemes que ser consecuentes si nuestre
RAE toma ese tipe de medides gramaticales, ya que le iba a hacer
chique favor al reste de le poblacién mundial.
El primer probleme que nos íbamos a encontrar les castellanes
parlantes es que a la hora de transcribir en el ordenador cualquier
escrite, nos encontraríamos que todes les renglones iban a estar
salpicades de palabres subrayades en rojo, como advirtiéndonos que
estábamos cometiendo innumerables faltes de ortografíe.
Inmediatamente el paquete Office o el OpenOffice, por mencionar
algunes, deberán de adaptar sus programes, sobre todo el de
tratamiente de textes, a les nueves regles gramaticales.
No les va a quedar más remedie que adaptarse a la nueva realided
social. Ne ni ne.
El probleme lo iban a tener les no castellanes parlantes. ¡¡¡Vaya
problemen el suye!!!
Si se querían entender con nosotres, de nada les serviría lo hasta
ahore estudiado o estudiada (estudiade) del castellane. Tendrían que
empezar de nuevo; de nade le valdría lo aprendide hasta ahore.
Les ingleses lo pasarían fatal, ya que si hasta ahora les costaba
Dios y ayude el dominar nuestre idiome, con les nueves regles
gramaticales les iba a ser casi imposible. Digo yo. Que se joden, por
lo del Brexit.
Les que iban a salir más beneficiades iban a ser los franchutes, ya
que el castellane se iba a semejar más a su idiome, pues como todes
sabemos, les gabaches son muy dados a terminar sus palabres en “e”.
Pues nada, que quien nos tenga que amparar nos ampare bien amparade
si nuestre RAE adopta eses medides. La duda mía es saber si mi Hugo
Boss, con el que estoy escribiendo estes palabres, seguirá
llamándose igual o si cuando tenga que pedir un recambio tendré que
preguntar por un Hugue Bess.
Y me despido con aquel juego de mi infancia: “Queende Fernende
Sépteme esebe el peletén, queende Fernende Sépteme esebe el
peletén, queende Fernende Sépteme esebe el peletén, ¡Peletén!,
esebe el peletén.