martes, 2 de marzo de 2021

MIS SUEÑOS: LA GRAN PIRA.

 ¡Cómo he podido estar tan ciego!, ¡joder!  Cuántos años teniéndote en un pedestal, en lo más alto de mi espectro musical y poético. Cuántos momentos y vivencias teniéndote de fondo. Cuántos viajes navegando con los ojos cerrados inflándome de tus letras que tan bien conjugas con tu voz aguardiéntosa, quebrada y cavernosa.  


Todavía tengo impregnados en mi retina tus conciertos en ciudades como Jerez, Sevilla o Córdoba, o aquella otra en compañía de Serrat en Algeciras, y sin olvidar, porque fue cuando te vi por primera vez, allá por el ochenta y uno o el ochenta y dos, no estoy seguro, en tercero o cuarto de carrera, en un local que se llamaba la Mandrágora, en el barrio madrileño de la Latina, una actuación tuya en compañía de un tal Javier Krahe y otro tal Alberto Pérez, interpretando canciones de vuestra autoría y de un tal Brassens, actuación aquella primera que me sorprendió y que un par de años más tarde, casi idéntica, llegó a mis manos en formato cassette con el sello CBS.

¡Qué ciego he estado! ¿Cómo se puede llegar a casi idolatrar a un cantautor y no darme cuenta de su mensaje machista? Joaquín, me has engañado. Bajo tu apariencia de progre, has sabido camuflar entre tus versos tus verdaderos sentimientos sobre la imagen de la mujer; has sabido camuflarte bajo tu bombín de una manera magistral. y a mí me has engañado.

Pero al fin te descubrieron, al fin te quitaron esa máscara y ese gorro de pirata, los mismos que llevabas cuando diste el pregón de carnaval en mi ciudad. Y qué pena que ese descubrimiento, de hace ya más de cuatro años por parte de una profesora, una musicóloga de las tierras de Don Pelayo, no cayera en mis manos cuando se hizo, habiéndome ahorrado muchas sesiones en las que tuve la compañía de un impostor. Gracias a esas otras mujeres que han reavivado en estos tiempos ese descubrimiento y que ahora han llegado a mis engañadas entendederas.

Hoy mismo haré una gran gran pira con la cassette de la Mandrágora, y con todos tus vinilos y tus Cd´s. Y para que esa pira consuma a todo lo que huela a machismo, añadiré las canciones de Aute, de Brassens, incluso de mismísimo Dylan. Y la hoguera la avivaré con la obra de Bécquer, con la de Victor Hugo, con la de Shakespeare, e incluso con la Mandrágora de Maquiavelo. Seguro que la haré. Adiós a los mitos y a todos los autores de poemas empalagosos.


Uuuuuffff, qué sueño más horrible, qué pesadilla. Soy idiota. Pero idiota por hacer caso, por dedicarle el más mínimo de mi tiempo, aunque sea en sueños, a personas idiotas, De verdad, ya no tengo edad para soportar idioteces. ¿Dónde podría encontrar a esa musicóloga y a sus seguidoras para darle mi humilde consejo de que se aparten del saco de la idiotez? ¿En verdad existen? Como dijo aquel torero cuando le presentaron  a  Ortega, "hay gente pa to".


Pda.: el único que faltó en mi sueño fue mi Leonard Cohen. Menos mal; hubiese sido ya el colmo de las idioteces.

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